martes, 11 de agosto de 2015

Es la primera vez que esto sucede.
Presionar desde el piso las manos, empujando la cadera atrás, profundizando mis bandhas para elevarme... y así fue. La mente soltó para que la respiración guíe el movimiento confiando en que así podría hacerlo. Y se sintió totalmente liviano. Como si la gravedad me guiñara un ojo permitiendome sentir el aire alcanzar su fuerza hacia arriba!


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