Yoga en parejas. Acro Yoga
La práctica de posturas de Yoga con otro puede ser muy beneficiosa.
A nivel
físico, cada uno puede colaborar con el otro para profundizar en una postura,
sintiéndose más cómodo y con la posibilidad de seguir avanzando en la práctica.
Por ejemplo, en las posturas de la pinza, con
las piernas extendidas y juntando pies en el piso, uno y otro colaboran con el
movimiento de columna, abriendo y cerrando el pecho; tronco en pez y en lomo de
gato, ayudando también a la extensión posterior de las piernas y ganando
flexibilidad lumbar.
En las posturas de Pinza y Pez, el que está
arriba ayuda a entrar a la Pinza con mayor posibilidad de flexión hacia
adelante, y quien baja a la postura de la pinza ayuda a su compañero a alargar
toda la parte anterior del tronco, separando caderas de intercostales y liberando
tensión en el pecho y hombros.
Acro Yoga es una práctica
diferente. Aquí siempre hay un participante que funciona de sostén principal
del otro. Este rol puede ir variando y es interesante que eso suceda. Realmente
el que está ejecutando la postura y está siendo sostenido tiene que poder
manejar esa postura por fuera de la ayuda que está recibiendo. Pudiendo manejar
las fuerzas de su cuerpo sin volcar por completo su peso sobre el otro. Así el
paso de posturas, la unión entre unas y otras, se realiza con calma, suavidad y
profunda atención.
Ambas prácticas, tanto la de Yoga en parejas como la de Acro Yoga no tienen
solamente un beneficio físico, sino que en el plano energético uno trabaja en
directa conexión con el otro. Escuchando su respiración, acompañando sus
movimientos y atento al bienestar del otro.
A practicar!!
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