El estado meditativo es un estado que ya todos tenemos, simplemente tenemos que tomarnos el tiempo de quitar las tensiones mentales y físicas, bajar las revoluciones, para poder verlo. Cada vez que nos sentamos a practicar, cada vez que lo intentamos, nos acercamos más y más. Hay un velo que no nos permite sentir, este velo es maya (ilusión) cuanto más practiquemos más fina se hace la capa hasta que desaparece por completo.
Podemos utilizar diferentes herramientas para ir aquietando nuestra mente. Esta son solo algunas:
• Podemos contemplar el paisaje, nada en especial, todo. Nuestros ojos abiertos, fijos, absorben la energía. La mente se aquieta, los pensamientos se calma. Contemplamos, nos hacemos unos con el paisaje, lentamente perdemos la atención sobre el cuerpo y simplemente, somos.
• Podemos pintar mandalas, dibujarlos nosotros, en silencio, con la mente direccionada y calma, mirarlo, memorizarlo, cerrar los ojos y verlo, perfecto, tal cual nos salió.
• Podemos cantar mantras, repetirlos hasta irnos en la vibración que el sonido nos genera. No importa el significado, simplemente importa lo que nos hace vibras, lo que nos eleva.
Los mantras semilla o bija mantras son silabas que movilizan energía universal. Podemos utilizar el mantras OM, repetirlo incansablemente hasta que su vibración llegue alto hasta la coronilla. Si contamos con un rosario hindú o mala, lo podemos utilizar en la repetición.
Si buscamos convocar todas las energías de universo, creación, conservación y destrucción podemos utilizar el: OM KRIM RAM. Haciendo el mismo ejercicio anterior.
• Por último nos sentamos y con nuestros ojos cerrados suavemente, con la mente en calma y una dulce predisposición, nos sentamos y atendemos el fluir de nuestra respiración. La temperatura del aire, el recorrido interno. Y nos dejamos ir.
Si la mente se rehúsa a concentrarse, deja el ejercicio en ese momento y vuelve a intentarlo luego, cuantas veces sea necesario. No importa el poco o mucho tiempo que practiques ekagrata (unidireccionalidad de la mente), lo mas importante es que el poco o mucho tiempo, sean verdaderos.
Cuando salimos de vacaciones tenemos más tiempo libre, nos sentimos más cómodos, felices y en contacto con nosotros mismos. Nos permitimos ser más lúdicos, menos estructurados. Todo se presenta con mayor simpleza y alegría.
Entonces ¿Que mejor momento para practicar nuestra meditación?
Agradezco profundamente a mi sabia Maestra Sw. Tridevi Sundariananda Guru Mata, que con amor y dedicación me hace crecer como maestra día a día. Estas son tus palabras.
ॐ ॐ ॐ
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